Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
No es necesario entrar en una discusión de valores, religión o moral para percatarse inmediatamente de que la propuesta para elevar a rango constitucional una definición de matrimonio es un error grave y perjudicial.
La monarquía europea surgió como consecuencia de la consolidación del poder político de un soberano sobre un territorio de características nacionales que fue debilitando la autoridad y poder a los señores feudales y la Iglesia. El derrocamiento de las monarquías y el advenimiento de los estados nacionales con sus constituciones, aunque no eliminó el carácter moral del estado y de la sociedad, sí aclaró mediante los conceptos de la separación de iglesia y estado y la libertad de culto, que ya las relaciones humanas no iban a estar delimitadas por el gobierno a base de las creencias particulares de una religión.
Las constituciones contemporáneas tienen el fin de organizar la estructura gubernamental, establecer sus límites de poder y definir la autonomía personal y colectiva de los ciudadanos mediante la enumeración de derechos civiles y humanos fundamentales. Las constituciones no están concebidas ni históricas ni jurídicamente, para limitar o definir relaciones humanas. La sociedad y la actividad humana son cambiantes y no pueden desarrollarse dentro de camisas de fuerza jurídicas y artificiales. Estos asuntos se manejan mediante leyes aprobadas por la voluntad popular. Para esto tenemos el Código Civil.
Constituye un error grave el codificar una definición de matrimonio en nuestra constitución porque sería la primera disposición de nuestra Constitución concebida para limitar las relaciones de ciudadanos de Puerto Rico que no han violado la ley, impidiendo un cambio legislativo o interpretación judicial que eventualmente proteja sectores significativos de la población puertorriqueña. La constitución se enmienda para mejorar la estructura del gobierno o para aumentar el ámbito de los derechos civiles o humanos. No se enmienda para limitar derechos o capacidades de desarrollo social y humano. Por eso fracasó la propuesta de enmienda de eliminación del derecho a la fianza y fracasaría cualquier intento de incorporar la pena de muerte. Por eso se aprobó abrumadoramente el sistema unicameral. ¿Por qué no se les ocurre a estos legisladores aprobar el derecho a reclamo para que se pueda convocar elecciones para desbancar a legisladores incompetentes o corruptos? Eso si desarrollaría nuestra democracia.
El intento de la Legislatura de enmendar la Constitución para establecer una definición de matrimonio es innecesario porque está cubierto claramente por el Código Civil de Puerto Rico, que no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. Por ende, es una enmienda inoficiosa, sin sentido y propósito. Esta enmienda sin utilidad costará millones de dólares al pueblo puertorriqueño en un momento en que necesita que se enfoquen esos recursos a otros asuntos prioritarios. La aprobación de esta enmienda constitucional va a requerir una asignación de fondos a la Comisión Estatal de Elecciones y a otras entidades para los procesos de educación y de instrumentación del referéndum, y pondrá al pueblo de Puerto Rico en una divisiva batalla campal sobre asuntos que no resuelven ningún problema actual.
Esta propuesta de enmienda es perjudicial porque nos haría regresar a la visión política del Estado de la época anterior al siglo 18. Aprobar esta enmienda abriría la puerta para que otros grupos o intereses creados aboguen por incorporar otras definiciones restrictivas de las relaciones humanas. Por ejemplo, la definición de un hombre o una mujer, para excluir otros seres humanos por razón de sus características; la definición de nación para perseguir o negar derechos a otros seres humanos; la definición de paradigmas como los de la creación o evolución de las especies, etc.
Por otro lado, resulta irónico que la misma legislatura que destruyó el mandato del pueblo en torno a unicameralidad, ahora pretenda promover una enmienda constitucional que va en contra de proceso histórico jurídico de lo que es una constitución y que marginaría un sector significativo de nuestra sociedad. Puerto Rico tiene otras cosas más importantes que hacer. La enmienda constitucional sobre el matrimonio no debe aprobarse.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
Una publicación de Rolando Emmanuelli-Jiménez, J.D., LL.M., sobre los asuntos públicos que tienen impacto jurídico. Rolando Emmanuelli Jiménez es abogado y notario, Presidente de Bufete Emmanuelli, C.S.P. pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y productor y anfitrión del programa Conocimiento y Acción Solidaria, que se transmite todos los sábados a las 7 AM y los domingos a las 7 PM por WPAB 550.
Boletín Del Derecho y Del Revés
miércoles, 30 de enero de 2008
viernes, 18 de enero de 2008
2008, AÑO PARA UNA NUEVA ECONOMÍA
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
Varios economistas de renombre han hecho sus recomendaciones para lograr una mejoría de nuestra economía durante el año 2008. La experiencia del pasado año demuestra que el factor más importante para el movimiento de dinero no ocurrirá este año por la negativa de la Legislatura a autorizar emisiones de bonos que fomenten la inversión pública. Por otro lado, los recaudos gubernamentales siguen por debajo de las expectativas, por lo que no podrá continuar el mismo nivel de gasto público. Además, tomará varios meses la recuperación de la industria de la construcción en lo que la medida de créditos contributivos para la adquisición de residencias comience a surtir efecto reduciendo el inventario de propiedades y por ende, abriendo la posibilidad de que se comiencen a construir nuevos proyectos. A todo esto tenemos que sumar el precio del petróleo y la desaceleración de la economía norteamericana.
Todo economista consultado por la prensa predice que la economía seguirá en recesión durante este año 2008 a menos que se hagan cambios radicales en nuestro sistema económico. Ninguna de las propuestas es nueva. Todos plantean la necesidad de llevar a cabo una verdadera reforma contributiva y fiscal integral que reduzca el gasto público, desaliente el consumismo, reduzca la economía subterránea, reduzca sustancialmente la tasa de contribución sobre ingreso, promueva el ahorro en la clase empresarial y de las personas asalariadas y, que este ahorro pueda invertirse en el desarrollo económico y social de Puerto Rico. Las personas expertas en economía también están de acuerdo en la necesidad de agilizar los procesos de obtener permisos de construcción en balance con el ambiente, para promover la inversión privada y convertirla en el principal motor de nuestra economía.
Sin embargo, los esfuerzos que se han hecho para conseguir estos cambios han fracasado estrepitosamente. Nuestra clase política ha sido incapaz de asumir esta responsabilidad. Es deber del pueblo hacer su adjudicación en las Primarias del 8 de marzo y en las Elecciones de noviembre.
La incapacidad de la clase política del país no impide que se puedan poner en vigor medidas importantes para el desarrollo económico partiendo desde el sector privado. En muchos de estos asuntos el gobierno, o la falta de gobierno, es irrelevante. Puerto Rico puede ponerse de cara a los nuevos tiempos. El cuadro macro económico del planeta donde los tratados de libre comercio están aflorando por doquier se ha visto como una amenaza a la ventaja del mercado libre entre Puerto Rico y Estados Unidos. Sin embargo, es una gran oportunidad. Una de las virtudes que pregonó el Estado Libre Asociado fue su acceso al mercado norteamericano. En estos tiempos es mejor, pues con los tratados de libre comercio tenemos acceso a muchos otros países. Sin embargo, todavía no hemos sacado ventaja de esa oportunidad. Esta oportunidad puede materializarse desde el sector privado. Para este logro es imperativo examinar estos mercados para poder determinar los nichos en que podemos acomodar nuestros productos y servicios. Luego corresponde lanzarse a las oportunidades.
Para poder aprovechar este nuevo acceso a mercados internacionales es necesaria la acción concertada entre todos los sectores. En palabras del destacado economista, Luis Rey Quiñones Soto, es necesario “[p]ensamiento y acción desde la sociedad civil, en un marco de solidaridad”. Llevamos demasiado tiempo dando la espalda a los mercados internacionales. En Puerto Rico tenemos excelentes profesionales y entidades privadas y públicas que pueden apoyar las gestiones de exportación de bienes y servicios. La globalización, el Puerto de Las Américas y los Tratados de Libre Comercio nos ofrecen la plataforma necesaria para el éxito. A corto plazo, las condiciones no pueden ser mejores. Sólo nos falta desarrollar la voluntad.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
rolando@bufete-emmanuelli.com
Varios economistas de renombre han hecho sus recomendaciones para lograr una mejoría de nuestra economía durante el año 2008. La experiencia del pasado año demuestra que el factor más importante para el movimiento de dinero no ocurrirá este año por la negativa de la Legislatura a autorizar emisiones de bonos que fomenten la inversión pública. Por otro lado, los recaudos gubernamentales siguen por debajo de las expectativas, por lo que no podrá continuar el mismo nivel de gasto público. Además, tomará varios meses la recuperación de la industria de la construcción en lo que la medida de créditos contributivos para la adquisición de residencias comience a surtir efecto reduciendo el inventario de propiedades y por ende, abriendo la posibilidad de que se comiencen a construir nuevos proyectos. A todo esto tenemos que sumar el precio del petróleo y la desaceleración de la economía norteamericana.
Todo economista consultado por la prensa predice que la economía seguirá en recesión durante este año 2008 a menos que se hagan cambios radicales en nuestro sistema económico. Ninguna de las propuestas es nueva. Todos plantean la necesidad de llevar a cabo una verdadera reforma contributiva y fiscal integral que reduzca el gasto público, desaliente el consumismo, reduzca la economía subterránea, reduzca sustancialmente la tasa de contribución sobre ingreso, promueva el ahorro en la clase empresarial y de las personas asalariadas y, que este ahorro pueda invertirse en el desarrollo económico y social de Puerto Rico. Las personas expertas en economía también están de acuerdo en la necesidad de agilizar los procesos de obtener permisos de construcción en balance con el ambiente, para promover la inversión privada y convertirla en el principal motor de nuestra economía.
Sin embargo, los esfuerzos que se han hecho para conseguir estos cambios han fracasado estrepitosamente. Nuestra clase política ha sido incapaz de asumir esta responsabilidad. Es deber del pueblo hacer su adjudicación en las Primarias del 8 de marzo y en las Elecciones de noviembre.
La incapacidad de la clase política del país no impide que se puedan poner en vigor medidas importantes para el desarrollo económico partiendo desde el sector privado. En muchos de estos asuntos el gobierno, o la falta de gobierno, es irrelevante. Puerto Rico puede ponerse de cara a los nuevos tiempos. El cuadro macro económico del planeta donde los tratados de libre comercio están aflorando por doquier se ha visto como una amenaza a la ventaja del mercado libre entre Puerto Rico y Estados Unidos. Sin embargo, es una gran oportunidad. Una de las virtudes que pregonó el Estado Libre Asociado fue su acceso al mercado norteamericano. En estos tiempos es mejor, pues con los tratados de libre comercio tenemos acceso a muchos otros países. Sin embargo, todavía no hemos sacado ventaja de esa oportunidad. Esta oportunidad puede materializarse desde el sector privado. Para este logro es imperativo examinar estos mercados para poder determinar los nichos en que podemos acomodar nuestros productos y servicios. Luego corresponde lanzarse a las oportunidades.
Para poder aprovechar este nuevo acceso a mercados internacionales es necesaria la acción concertada entre todos los sectores. En palabras del destacado economista, Luis Rey Quiñones Soto, es necesario “[p]ensamiento y acción desde la sociedad civil, en un marco de solidaridad”. Llevamos demasiado tiempo dando la espalda a los mercados internacionales. En Puerto Rico tenemos excelentes profesionales y entidades privadas y públicas que pueden apoyar las gestiones de exportación de bienes y servicios. La globalización, el Puerto de Las Américas y los Tratados de Libre Comercio nos ofrecen la plataforma necesaria para el éxito. A corto plazo, las condiciones no pueden ser mejores. Sólo nos falta desarrollar la voluntad.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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2008, AÑO DEL PUERTO DE LAS AMÉRICAS
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
El pasado 30 de noviembre de 2007, fue la fecha límite para que sometieran sus propuestas concretas las compañías que tienen interés en operar el Puerto de Las Américas Rafael Cordero Santiago, en Ponce, Puerto Rico. Diecinueve (19) compañías habían demostrado interés en participar con un propuesta. Todavía no se ha divulgado cuántos sometieron finalmente su propuesta, pero se espera que una cantidad razonable de compañías hayan pasado a la segunda fase del proceso para permitirle a la Autoridad del Puerto de Las Américas (APA) escoger el mejor operador.
El operador del Puerto de las Américas va a tener la responsabilidad de atraer el mayor número de líneas marítimas, para hacer esta operación rentable y para propiciar el desarrollo de la región Sur. Se estima que pueda seleccionarse el operador durante el verano del año 2008.
Por otro lado, las obras de infraestructura del puerto están muy adelantadas y la expectativa es que para octubre de 2008, se termine el estacionamiento que permitiría el manejo de 250,000 contenedores al año. La semana pasada el Ing. Ramón Torres Morales, Director Ejecutivo de la Autoridad del Puerto de las Américas, divulgó que durante este año se van a adquirir las grúas necesarias para el manejo de los contenedores, lo que asegura que para el mes de diciembre de 2008, el puerto contará con todo el equipo e infraestructura para recibir barcos Post-Panamax.
La viabilidad económica del puerto va a depender de que se construya una sinergia de líneas marítimas interesadas en venir a Puerto Rico junto a oportunidades de negocio locales e internacionales para trasbordo y valor añadido. Esta sinergia debe ocurrir porque las fuerzas del mercado marítimo están creciendo a niveles extraordinarios, lo que junto a la infraestructura de primer orden de un puerto de 50 pies de calado y la posición estratégica de Puerto Rico en el cruce de las rutas marítimas principales Este-Oeste y las secundarias Norte-Sur, hará que muchas empresas multinacionales vean a la Región Sur como un lugar natural para sus expansiones. Estas ventajas estratégicas se complementan con las grandes extensiones de terreno disponibles a precios razonables que ofrecen la oportunidad de que se establezcan compañías que manejen grandes centros de distribución que permita el establecimiento de plantas o empresas satélites de valor añadido.
Los puertorriqueños debemos aprovechar la oportunidad de crear las empresas de valor añadido. Sin embargo, el Puerto ofrece oportunidades importantes para los exportadores locales aunque no sean empresas de valor añadido. El Puerto de las Américas permitirá mejor acceso terrestre para los exportadores locales y mejores tarifas que las que ofrece el puerto de San Juan. Esto hará más efectivo exportar por el Puerto de Ponce. Por otro lado, el calado profundo del Puerto permitirá buques de mayor calado lo que debe abaratar costos por el efecto de la economía de escala. Por tanto, exportando por Ponce se tendrá una excelente oportunidad de control de costos.
Por esta razón, es indispensable que todas las organizaciones profesionales como la Cámara de Comercio de Puerto Rico, la Asociación de Industriales, y los colegios profesionales se enteren de todos los detalles de este desarrollo y participen en todos estos procesos.
El proyecto del Puerto de Las Américas tiene una agenda pendiente para este año 2008 que complementa los desarrollos de infraestructura y de selección del operador. Por ejemplo, es indispensable que se apruebe un capítulo o una sección especial en la Ley de Incentivos Industriales para que se apoyen las zonas de valor añadido. También, es necesario enmendar la Ley 212 que permite la inversión privada en los cascos históricos para que pueda permitirse también en las zonas de valor añadido a los fines de fomentar la construcción de la infraestructura necesaria para establecer nuevos negocios. Por último, es necesario empezar a articular el consenso que se ha ido generando en torno a la necesidad de lograr una enmienda a las Leyes de Cabotaje para excluir el Puerto de Las Américas. Prácticamente todos los sectores políticos ya apoyan esta iniciativa, ya que hasta el Partido Nuevo Progresista por conducto de su presidente, el Dr. Pedro Roselló, ha anunciado que luchará por la derogación de la Ley de Cabotaje en conjunto con Hawaii, Guam y Alaska.
Si todos unimos nuestras voluntades en estas agendas podemos estar listo para que el puerto comience un desarrollo vertiginoso y sostenido a partir de octubre del año 2008.
Todas las empresas que tengan interés en hacer negocios relacionados al Puerto de Las Américas deben comenzar a implantar planes de acción específicos partiendo de la premisa de que comenzarán a surgir oportunidades concretas a partir de la segunda mitad del año 2008.
El año 2008 es el año del Puerto de Las Américas. Investigue, consulte, planifique. Esta oportunidad es para usted.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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El pasado 30 de noviembre de 2007, fue la fecha límite para que sometieran sus propuestas concretas las compañías que tienen interés en operar el Puerto de Las Américas Rafael Cordero Santiago, en Ponce, Puerto Rico. Diecinueve (19) compañías habían demostrado interés en participar con un propuesta. Todavía no se ha divulgado cuántos sometieron finalmente su propuesta, pero se espera que una cantidad razonable de compañías hayan pasado a la segunda fase del proceso para permitirle a la Autoridad del Puerto de Las Américas (APA) escoger el mejor operador.
El operador del Puerto de las Américas va a tener la responsabilidad de atraer el mayor número de líneas marítimas, para hacer esta operación rentable y para propiciar el desarrollo de la región Sur. Se estima que pueda seleccionarse el operador durante el verano del año 2008.
Por otro lado, las obras de infraestructura del puerto están muy adelantadas y la expectativa es que para octubre de 2008, se termine el estacionamiento que permitiría el manejo de 250,000 contenedores al año. La semana pasada el Ing. Ramón Torres Morales, Director Ejecutivo de la Autoridad del Puerto de las Américas, divulgó que durante este año se van a adquirir las grúas necesarias para el manejo de los contenedores, lo que asegura que para el mes de diciembre de 2008, el puerto contará con todo el equipo e infraestructura para recibir barcos Post-Panamax.
La viabilidad económica del puerto va a depender de que se construya una sinergia de líneas marítimas interesadas en venir a Puerto Rico junto a oportunidades de negocio locales e internacionales para trasbordo y valor añadido. Esta sinergia debe ocurrir porque las fuerzas del mercado marítimo están creciendo a niveles extraordinarios, lo que junto a la infraestructura de primer orden de un puerto de 50 pies de calado y la posición estratégica de Puerto Rico en el cruce de las rutas marítimas principales Este-Oeste y las secundarias Norte-Sur, hará que muchas empresas multinacionales vean a la Región Sur como un lugar natural para sus expansiones. Estas ventajas estratégicas se complementan con las grandes extensiones de terreno disponibles a precios razonables que ofrecen la oportunidad de que se establezcan compañías que manejen grandes centros de distribución que permita el establecimiento de plantas o empresas satélites de valor añadido.
Los puertorriqueños debemos aprovechar la oportunidad de crear las empresas de valor añadido. Sin embargo, el Puerto ofrece oportunidades importantes para los exportadores locales aunque no sean empresas de valor añadido. El Puerto de las Américas permitirá mejor acceso terrestre para los exportadores locales y mejores tarifas que las que ofrece el puerto de San Juan. Esto hará más efectivo exportar por el Puerto de Ponce. Por otro lado, el calado profundo del Puerto permitirá buques de mayor calado lo que debe abaratar costos por el efecto de la economía de escala. Por tanto, exportando por Ponce se tendrá una excelente oportunidad de control de costos.
Por esta razón, es indispensable que todas las organizaciones profesionales como la Cámara de Comercio de Puerto Rico, la Asociación de Industriales, y los colegios profesionales se enteren de todos los detalles de este desarrollo y participen en todos estos procesos.
El proyecto del Puerto de Las Américas tiene una agenda pendiente para este año 2008 que complementa los desarrollos de infraestructura y de selección del operador. Por ejemplo, es indispensable que se apruebe un capítulo o una sección especial en la Ley de Incentivos Industriales para que se apoyen las zonas de valor añadido. También, es necesario enmendar la Ley 212 que permite la inversión privada en los cascos históricos para que pueda permitirse también en las zonas de valor añadido a los fines de fomentar la construcción de la infraestructura necesaria para establecer nuevos negocios. Por último, es necesario empezar a articular el consenso que se ha ido generando en torno a la necesidad de lograr una enmienda a las Leyes de Cabotaje para excluir el Puerto de Las Américas. Prácticamente todos los sectores políticos ya apoyan esta iniciativa, ya que hasta el Partido Nuevo Progresista por conducto de su presidente, el Dr. Pedro Roselló, ha anunciado que luchará por la derogación de la Ley de Cabotaje en conjunto con Hawaii, Guam y Alaska.
Si todos unimos nuestras voluntades en estas agendas podemos estar listo para que el puerto comience un desarrollo vertiginoso y sostenido a partir de octubre del año 2008.
Todas las empresas que tengan interés en hacer negocios relacionados al Puerto de Las Américas deben comenzar a implantar planes de acción específicos partiendo de la premisa de que comenzarán a surgir oportunidades concretas a partir de la segunda mitad del año 2008.
El año 2008 es el año del Puerto de Las Américas. Investigue, consulte, planifique. Esta oportunidad es para usted.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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Tribunal
TITULARES DE CAMBIO. UNA FÁBULA
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
Afortunadamente ya se comienzan a ver los resultados de la reciente conferencia de prensa en la que, presididos por los Reyes Magos y Santa Claus, todos los mágicos benefactores de la fantasía y los buenos deseos presentaron su plan estratégico para salvar a Puerto Rico.
La primera evidencia del poder de los fascinadores y poderosos de la quimera fue el desayuno cumbre que tuvo Aníbal Acevedo Vilá con Pedro Rosselló González, Kenneth McClintok y José Aponte Hernández, con el propósito de establecer un plan de trabajo conjunto que combine las iniciativas principales de sus dos partidos políticos. Todo por el bien de Puerto Rico. Las expresiones de entusiasmo de los líderes incluyeron los conceptos de reconciliación nacional, responsabilidad política, mandato del pueblo, calidad de vida y desarrollo económico. Desde ese momento los titulares de cambio no dejan de asombrar.
Por ejemplo. Con la firma de más de cien líderes políticos, del sector empresarial y laboral, junto a intelectuales y representantes de la sociedad civil, se selló el Plan Estratégico de Desarrollo Económico y Social de Puerto Rico 2008-2020. El Plan contempla, entre otros, la forma específica de alcanzar los siguientes objetivos: Prohibir so pena de despido el activismo político en el empleo público; romper el control que tienen los partidos sobre el sistema electoral para propiciar la entrada de candidatos independientes y eliminar la inversión política; enmendar la Constitución para implantar una legislatura unicameral, establecer la obligatoriedad de los mandatos del pueblo y el poder del referéndum revocatorio para el gobernador y el presidente de la legislatura; implantar una verdadera reforma contributiva y fiscal para asegurar la efectiva inversión de los recursos del Estado en beneficio del Pueblo; lograr una reforma integral de los programas de beneficencia pública para incentivar la entrada de las personas al mundo del trabajo; implantar un plan universal de salud; comenzar la revolución del sistema de cuidado de la salud mental con el establecimiento de un programa de medicación de adictos para destruir los réditos del narcotráfico y reducir sustancialmente los delitos contra la persona y la propiedad; reestructurar toda la legislación urbanista y de permisos para evitar el desorden urbano y lograr armonía con el ambiente; reducir sustancialmente la dependencia del automóvil con el establecimiento de un sistema integral de transportación en toda el país; y, reenfocar los recursos de inversión y delegación regional de poderes a consorcios municipales para propiciar cuatro polos de desarrollo económico y distribuir de manera equitativa la riqueza del país. Inmediatamente se convocó una sesión extraordinaria para considerar el primer grupo de medidas de implantación del Plan y los presidentes legislativos se mostraron optimistas de que puedan aprobarlas en los próximos treinta días.
Por otro lado, el liderato legislativo de ambas cámaras del Congreso federal recibieron la delegación tripartita de puertorriqueños ilustres y líderes gubernamentales con el propósito de discutir una larga lista de iniciativas producto del Plan Estratégico. Portavoces del Congreso manifestaron su apoyo y compromiso con el resultado de la Asamblea Constitucional de Status, la inmediata exclusión de Puerto Rico de las leyes de cabotaje, la limpieza de Vieques y otros lugares seriamente contaminados por la actividad militar e industrial y apoyo económico para la transición hacia el nuevo status no colonial.
Por último, en un movimiento sin precedentes a tono con el ánimo de perdón, reconciliación nacional y tolerancia, los principales líderes religiosos del país se reunieron con representantes de los movimientos de derechos humanos y de las personas homosexuales y acordaron endosar propuestas específicas de cambios al Código Civil de Puerto Rico que eliminen el discrimen por preferencia sexual para que todos las personas puedan hacer una vida normal en reconocimiento y balance de los principios de la libertad religiosa y de conciencia, la intimidad y la dignidad humana.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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Afortunadamente ya se comienzan a ver los resultados de la reciente conferencia de prensa en la que, presididos por los Reyes Magos y Santa Claus, todos los mágicos benefactores de la fantasía y los buenos deseos presentaron su plan estratégico para salvar a Puerto Rico.
La primera evidencia del poder de los fascinadores y poderosos de la quimera fue el desayuno cumbre que tuvo Aníbal Acevedo Vilá con Pedro Rosselló González, Kenneth McClintok y José Aponte Hernández, con el propósito de establecer un plan de trabajo conjunto que combine las iniciativas principales de sus dos partidos políticos. Todo por el bien de Puerto Rico. Las expresiones de entusiasmo de los líderes incluyeron los conceptos de reconciliación nacional, responsabilidad política, mandato del pueblo, calidad de vida y desarrollo económico. Desde ese momento los titulares de cambio no dejan de asombrar.
Por ejemplo. Con la firma de más de cien líderes políticos, del sector empresarial y laboral, junto a intelectuales y representantes de la sociedad civil, se selló el Plan Estratégico de Desarrollo Económico y Social de Puerto Rico 2008-2020. El Plan contempla, entre otros, la forma específica de alcanzar los siguientes objetivos: Prohibir so pena de despido el activismo político en el empleo público; romper el control que tienen los partidos sobre el sistema electoral para propiciar la entrada de candidatos independientes y eliminar la inversión política; enmendar la Constitución para implantar una legislatura unicameral, establecer la obligatoriedad de los mandatos del pueblo y el poder del referéndum revocatorio para el gobernador y el presidente de la legislatura; implantar una verdadera reforma contributiva y fiscal para asegurar la efectiva inversión de los recursos del Estado en beneficio del Pueblo; lograr una reforma integral de los programas de beneficencia pública para incentivar la entrada de las personas al mundo del trabajo; implantar un plan universal de salud; comenzar la revolución del sistema de cuidado de la salud mental con el establecimiento de un programa de medicación de adictos para destruir los réditos del narcotráfico y reducir sustancialmente los delitos contra la persona y la propiedad; reestructurar toda la legislación urbanista y de permisos para evitar el desorden urbano y lograr armonía con el ambiente; reducir sustancialmente la dependencia del automóvil con el establecimiento de un sistema integral de transportación en toda el país; y, reenfocar los recursos de inversión y delegación regional de poderes a consorcios municipales para propiciar cuatro polos de desarrollo económico y distribuir de manera equitativa la riqueza del país. Inmediatamente se convocó una sesión extraordinaria para considerar el primer grupo de medidas de implantación del Plan y los presidentes legislativos se mostraron optimistas de que puedan aprobarlas en los próximos treinta días.
Por otro lado, el liderato legislativo de ambas cámaras del Congreso federal recibieron la delegación tripartita de puertorriqueños ilustres y líderes gubernamentales con el propósito de discutir una larga lista de iniciativas producto del Plan Estratégico. Portavoces del Congreso manifestaron su apoyo y compromiso con el resultado de la Asamblea Constitucional de Status, la inmediata exclusión de Puerto Rico de las leyes de cabotaje, la limpieza de Vieques y otros lugares seriamente contaminados por la actividad militar e industrial y apoyo económico para la transición hacia el nuevo status no colonial.
Por último, en un movimiento sin precedentes a tono con el ánimo de perdón, reconciliación nacional y tolerancia, los principales líderes religiosos del país se reunieron con representantes de los movimientos de derechos humanos y de las personas homosexuales y acordaron endosar propuestas específicas de cambios al Código Civil de Puerto Rico que eliminen el discrimen por preferencia sexual para que todos las personas puedan hacer una vida normal en reconocimiento y balance de los principios de la libertad religiosa y de conciencia, la intimidad y la dignidad humana.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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NUEVOS MODOS DE PROCURAR LA INVERSIÓN PRIVADA EN PUERTO RICO
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
Desde la creación de la Compañía de Fomento Industrial, Puerto Rico ha dependido de un modelo de atracción de capital extranjero para el desarrollo de su economía que se apoya en los incentivos contributivos. Es decir, en reducir o eliminar las tasas contributivas. En estos tiempos de intensa competitividad global eso ya no es suficiente.
El reciente estudio de la Dra. Rosa A. Reyes Borges sobre los efectos de los incentivos contributivos y la integración de Puerto Rico con los Estados Unidos concluyó de manera sorprendente que los incentivos contributivos no son la variable principal que consideran las empresas a la hora de establecerse en un país. En su estudio la Dra. Reyes Borges rompe el paradigma de la necesidad de los incentivos de las 936 para propiciar el desarrollo económico de Puerto Rico.
A la hora de escoger un país, las empresas miran toda una multiplicidad de factores que pueden resumirse en dos conceptos: calidad de vida y clima empresarial. Por calidad de vida y clima empresarial queremos decir que las empresas buscan una estabilidad económica, social, política y un clima favorable para llevar a cabo los negocios y que no se presenten problemas imprevistos o dificultades para hacer negocios. Un factor bien importante es la educación y responsabilidad de la mano de obra junto con la disponibilidad de un ordenamiento laboral efectivo, justo y fácil de administrar. Por último, un factor que hace la diferencia en la competencia de los países para obtener la inversión privada es la pasión con que se presente y se fomente la inversión en nuestro país.
El estudio de la Dra. Rosa A. Reyes Borges determina que es fundamental el esfuerzo del gobierno en las promociones para atraer empresas nuevas. Las promociones son las gestiones que hace la Compañía de Fomento para demostrar que Puerto Rico es el lugar ideal para la inversión extranjera. La reducción de nuevas empresas en Puerto Rico es explicable en gran medida por la reducción en las gestiones de promoción. Por ende, es indispensable que además de diseñar esquemas sencillos de incentivos contributivos se pueda transformar y presentar a Puerto Rico como un país que tiene suficientes elementos que le distinguen para sobresalir en términos de calidad de vida y clima empresarial.
Es indispensable reenfocar los esfuerzos de la Compañía de Fomento hacia la promoción y darle una nueva visión a nuestro país para el desarrollo de la inversión. Por eso es que el trabajo de promoción no puede descansar únicamente en el gobierno. Es indispensable que la empresa privada se involucre en el proceso de promoción de nuevas inversiones. Esto no implica el atraer nueva competencia para nuestras empresas. Debemos atraer las empresas que para operar efectivamente deban aprovechar nuestra oferta de bienes y servicios. Empresas que además de crear nuevos empleos, se aprovechen de nuestra producción económica para crear, no sólo crecimiento, sino también desarrollo económico.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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Desde la creación de la Compañía de Fomento Industrial, Puerto Rico ha dependido de un modelo de atracción de capital extranjero para el desarrollo de su economía que se apoya en los incentivos contributivos. Es decir, en reducir o eliminar las tasas contributivas. En estos tiempos de intensa competitividad global eso ya no es suficiente.
El reciente estudio de la Dra. Rosa A. Reyes Borges sobre los efectos de los incentivos contributivos y la integración de Puerto Rico con los Estados Unidos concluyó de manera sorprendente que los incentivos contributivos no son la variable principal que consideran las empresas a la hora de establecerse en un país. En su estudio la Dra. Reyes Borges rompe el paradigma de la necesidad de los incentivos de las 936 para propiciar el desarrollo económico de Puerto Rico.
A la hora de escoger un país, las empresas miran toda una multiplicidad de factores que pueden resumirse en dos conceptos: calidad de vida y clima empresarial. Por calidad de vida y clima empresarial queremos decir que las empresas buscan una estabilidad económica, social, política y un clima favorable para llevar a cabo los negocios y que no se presenten problemas imprevistos o dificultades para hacer negocios. Un factor bien importante es la educación y responsabilidad de la mano de obra junto con la disponibilidad de un ordenamiento laboral efectivo, justo y fácil de administrar. Por último, un factor que hace la diferencia en la competencia de los países para obtener la inversión privada es la pasión con que se presente y se fomente la inversión en nuestro país.
El estudio de la Dra. Rosa A. Reyes Borges determina que es fundamental el esfuerzo del gobierno en las promociones para atraer empresas nuevas. Las promociones son las gestiones que hace la Compañía de Fomento para demostrar que Puerto Rico es el lugar ideal para la inversión extranjera. La reducción de nuevas empresas en Puerto Rico es explicable en gran medida por la reducción en las gestiones de promoción. Por ende, es indispensable que además de diseñar esquemas sencillos de incentivos contributivos se pueda transformar y presentar a Puerto Rico como un país que tiene suficientes elementos que le distinguen para sobresalir en términos de calidad de vida y clima empresarial.
Es indispensable reenfocar los esfuerzos de la Compañía de Fomento hacia la promoción y darle una nueva visión a nuestro país para el desarrollo de la inversión. Por eso es que el trabajo de promoción no puede descansar únicamente en el gobierno. Es indispensable que la empresa privada se involucre en el proceso de promoción de nuevas inversiones. Esto no implica el atraer nueva competencia para nuestras empresas. Debemos atraer las empresas que para operar efectivamente deban aprovechar nuestra oferta de bienes y servicios. Empresas que además de crear nuevos empleos, se aprovechen de nuestra producción económica para crear, no sólo crecimiento, sino también desarrollo económico.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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miércoles, 12 de diciembre de 2007
HAY QUE MIRAR MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
Somos una sociedad de lo inmediato: gratificación instantánea, comunicación inalámbrica, transacciones económicas electrónicas, “servicarro”, etc. Siempre la pregunta es ¿Cuánto tarda? ¿Para cuándo lo puedo tener? La rapidez en nuestro mundo moderno es fundamental. Sin embargo, esto ha afectado dramáticamente nuestra capacidad de esperar, ponderar, reflexionar y planificar a mediano y largo plazo.
El gran escritor checo Milán Kundera describió en su novela La Lentitud cómo el fenómeno de la máquina vertiginosa destruyó el tiempo y el espacio necesario para que los seres humanos reflexionemos. Los adelantos en las comunicaciones y la transportación nos someten a las presiones de hacer más con menos tiempo. Sólo recuerde cómo era su vida antes de tener un celular y la computadora. En esos tiempos atendíamos una cosa a la vez. Nos enfocábamos y trabajábamos más relajados. Ahora con el celular y la computadora vivimos constantemente en un circo de tres pistas haciendo malabares para mantener todo bajo control. Bajo estas circunstancias, no tenemos espacio para reflexionar. El impacto que tuvo la lectura de Kundera me llevó a mediados de la década de los noventa a crear un espacio de asientos y mesas muy popular en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, donde los estudiantes y profesores se sentaban sólo a reflexionar y conversar. Esa área se bautizó como La Lentitud.
La rapidez no permite que veamos más allá de nuestros pies. ¿Dónde usted piensa estar el año que viene? ¿Cuáles son sus metas? ¿Qué respondería si hablamos de 5, 10 ó 15 años? La contestación generalizada es que nadie sabe. Eso se lo hemos permitido también a nuestros políticos. Le damos un cheque en blanco para que hagan las cosas día a día, mes a mes y de año en año. Ni siquiera se presenta un plan de trabajo estructurado de cuatro (4) años, mucho menos más allá de ese término. Las grandes transformaciones personales y de las naciones han ocurrido sólo cuando miraron más allá de horizonte.
En estos momentos de crisis económica y social necesitamos ser muy proactivos y creativos. Tenemos que buscar urgentemente nuevas alternativas de desarrollo y actividad humana de provecho social. Para lograrlo, no podemos perder la perspectiva de tiempo, espacio y reflexión. Por eso necesitamos un poco de lentitud. Si nos esforzamos, todos podremos encontrar esa lentitud necesaria para reflexionar sobre nuestra situación presente y lo que debemos hacer para forjarnos un futuro mejor, tanto como individuos y como nación.
Necesitamos una pausa en tiempo y espacio para poder reflexionar sobre cuál debe ser nuestro futuro. Los visionarios son aquellos que pueden ver hechos y circunstancias que no son aparentes para el resto de los seres humanos. Pero los visionarios tienen su lentitud, por ende, esta pausa que propongo requiere que todas las personas entendidas en las diferentes materias que conforman el saber humano, busquen una oportunidad de sentarse a reflexionar y conversar sobre cómo resolver los problemas económicos y sociales de nuestro país. Las organizaciones empresariales, universitarias y del tercer sector, deben constituirse en foros permanentes de lentitud para la discusión y el pensamiento crítico. Tenemos que permitirnos la oportunidad de mirar más allá del horizonte. Esa mirada la podremos alcanzar si nos esforzamos en construir un poco de lentitud.
rolando@bufete-emmanuelli.com
Somos una sociedad de lo inmediato: gratificación instantánea, comunicación inalámbrica, transacciones económicas electrónicas, “servicarro”, etc. Siempre la pregunta es ¿Cuánto tarda? ¿Para cuándo lo puedo tener? La rapidez en nuestro mundo moderno es fundamental. Sin embargo, esto ha afectado dramáticamente nuestra capacidad de esperar, ponderar, reflexionar y planificar a mediano y largo plazo.
El gran escritor checo Milán Kundera describió en su novela La Lentitud cómo el fenómeno de la máquina vertiginosa destruyó el tiempo y el espacio necesario para que los seres humanos reflexionemos. Los adelantos en las comunicaciones y la transportación nos someten a las presiones de hacer más con menos tiempo. Sólo recuerde cómo era su vida antes de tener un celular y la computadora. En esos tiempos atendíamos una cosa a la vez. Nos enfocábamos y trabajábamos más relajados. Ahora con el celular y la computadora vivimos constantemente en un circo de tres pistas haciendo malabares para mantener todo bajo control. Bajo estas circunstancias, no tenemos espacio para reflexionar. El impacto que tuvo la lectura de Kundera me llevó a mediados de la década de los noventa a crear un espacio de asientos y mesas muy popular en la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos, donde los estudiantes y profesores se sentaban sólo a reflexionar y conversar. Esa área se bautizó como La Lentitud.
La rapidez no permite que veamos más allá de nuestros pies. ¿Dónde usted piensa estar el año que viene? ¿Cuáles son sus metas? ¿Qué respondería si hablamos de 5, 10 ó 15 años? La contestación generalizada es que nadie sabe. Eso se lo hemos permitido también a nuestros políticos. Le damos un cheque en blanco para que hagan las cosas día a día, mes a mes y de año en año. Ni siquiera se presenta un plan de trabajo estructurado de cuatro (4) años, mucho menos más allá de ese término. Las grandes transformaciones personales y de las naciones han ocurrido sólo cuando miraron más allá de horizonte.
En estos momentos de crisis económica y social necesitamos ser muy proactivos y creativos. Tenemos que buscar urgentemente nuevas alternativas de desarrollo y actividad humana de provecho social. Para lograrlo, no podemos perder la perspectiva de tiempo, espacio y reflexión. Por eso necesitamos un poco de lentitud. Si nos esforzamos, todos podremos encontrar esa lentitud necesaria para reflexionar sobre nuestra situación presente y lo que debemos hacer para forjarnos un futuro mejor, tanto como individuos y como nación.
Necesitamos una pausa en tiempo y espacio para poder reflexionar sobre cuál debe ser nuestro futuro. Los visionarios son aquellos que pueden ver hechos y circunstancias que no son aparentes para el resto de los seres humanos. Pero los visionarios tienen su lentitud, por ende, esta pausa que propongo requiere que todas las personas entendidas en las diferentes materias que conforman el saber humano, busquen una oportunidad de sentarse a reflexionar y conversar sobre cómo resolver los problemas económicos y sociales de nuestro país. Las organizaciones empresariales, universitarias y del tercer sector, deben constituirse en foros permanentes de lentitud para la discusión y el pensamiento crítico. Tenemos que permitirnos la oportunidad de mirar más allá del horizonte. Esa mirada la podremos alcanzar si nos esforzamos en construir un poco de lentitud.
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miércoles, 5 de diciembre de 2007
NO BASTA CON UNA NUEVA LEY DE INCENTIVOS
NO BASTA CON UNA NUEVA LEY DE INCENTIVOS
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
En los últimos meses se ha desarrollado un debate sobre el futuro económico de Puerto Rico que se ha centrado en la aprobación de una nueva ley de incentivos industriales. Más allá de ese objetivo, no se escucha discusión sobre hacia dónde debe ir Puerto Rico. No basta con una nueva ley de incentivos industriales. Puerto Rico necesita un plan estratégico de desarrollo económico. Es lamentable pensar que aún cuando muchos de los funcionarios gubernamentales y aspirantes a puestos políticos provienen de empresas privadas que tienen planes estratégicos bien definidos, ninguno ha hecho un planteamiento hacia el establecimiento de un plan orgánico que saque a Puerto Rico de la recesión económica más profunda en los últimos 35 años, lo asegure de desastres económicos o naturales y lo enfile hacia el desarrollo autosustentable.
¿Cuál es el Puerto Rico que queremos en el año 2020? Esa respuesta tenemos que construirla hoy y no improvisarla cada cuatrienio. Además, tenemos que tener recursos para lidiar con todo lo que la naturaleza nos pueda deparar: ¿qué pasaría si un huracán o un naufragio bloquea el Puerto de San Juan? ¿Se acabará la comida en los supermercados en dos semanas? ¿Cuáles son los planes que tiene el gobierno para atender esa emergencia tan probable? Otro ejemplo dramático de falta de planificación: ¿tiene Puerto Rico un programa para establecer la autosustentabilidad en los alimentos? ¿Se han articulado los criterios para lograr que Puerto Rico pueda producir todas sus comidas? Por último: ¿qué nos depara el calentamiento global, si Puerto Rico no produce su propia comida?
En Puerto Rico solo se planifica, como mucho, para cuatro años. Cuatro años que implican desde la perspectiva de los partidos políticos, organizar la plantilla de funcionarios públicos después de ganar las elecciones, establecer un plan para llevar a cabo “obras”, empezar a ejecutar en el tercer año para inaugurarlas en el cuarto año, que es el año electoral. Eso es lo que nos ha llevado a la desorganización social, desparramamiento urbano y crisis en todos los sectores de nuestra actividad humana. Los países no pueden conducirse con visiones a corto plazo.
Por eso es que es indispensable un plan estratégico de desarrollo de Puerto Rico. Para eso tenemos que mirar y analizar nuestras fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades. Debemos entonces establecerse los objetivos terminales junto con las metas intermedias que ayuden a medir la consecución de los fines. El Plan debe ser consensuado, para que todos los partidos lo apoyen. Además, debemos establecer mecanismo de legislación que permitan, que una vez aprobado el plan, no sea fácil o práctico derogarlo. Esto salvaría el plan de los vaivenes políticos.
Debemos romper el paradigma político partidista de la planificación a corto plazo. Debemos comenzar a ver más allá del horizonte.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
En los últimos meses se ha desarrollado un debate sobre el futuro económico de Puerto Rico que se ha centrado en la aprobación de una nueva ley de incentivos industriales. Más allá de ese objetivo, no se escucha discusión sobre hacia dónde debe ir Puerto Rico. No basta con una nueva ley de incentivos industriales. Puerto Rico necesita un plan estratégico de desarrollo económico. Es lamentable pensar que aún cuando muchos de los funcionarios gubernamentales y aspirantes a puestos políticos provienen de empresas privadas que tienen planes estratégicos bien definidos, ninguno ha hecho un planteamiento hacia el establecimiento de un plan orgánico que saque a Puerto Rico de la recesión económica más profunda en los últimos 35 años, lo asegure de desastres económicos o naturales y lo enfile hacia el desarrollo autosustentable.
¿Cuál es el Puerto Rico que queremos en el año 2020? Esa respuesta tenemos que construirla hoy y no improvisarla cada cuatrienio. Además, tenemos que tener recursos para lidiar con todo lo que la naturaleza nos pueda deparar: ¿qué pasaría si un huracán o un naufragio bloquea el Puerto de San Juan? ¿Se acabará la comida en los supermercados en dos semanas? ¿Cuáles son los planes que tiene el gobierno para atender esa emergencia tan probable? Otro ejemplo dramático de falta de planificación: ¿tiene Puerto Rico un programa para establecer la autosustentabilidad en los alimentos? ¿Se han articulado los criterios para lograr que Puerto Rico pueda producir todas sus comidas? Por último: ¿qué nos depara el calentamiento global, si Puerto Rico no produce su propia comida?
En Puerto Rico solo se planifica, como mucho, para cuatro años. Cuatro años que implican desde la perspectiva de los partidos políticos, organizar la plantilla de funcionarios públicos después de ganar las elecciones, establecer un plan para llevar a cabo “obras”, empezar a ejecutar en el tercer año para inaugurarlas en el cuarto año, que es el año electoral. Eso es lo que nos ha llevado a la desorganización social, desparramamiento urbano y crisis en todos los sectores de nuestra actividad humana. Los países no pueden conducirse con visiones a corto plazo.
Por eso es que es indispensable un plan estratégico de desarrollo de Puerto Rico. Para eso tenemos que mirar y analizar nuestras fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades. Debemos entonces establecerse los objetivos terminales junto con las metas intermedias que ayuden a medir la consecución de los fines. El Plan debe ser consensuado, para que todos los partidos lo apoyen. Además, debemos establecer mecanismo de legislación que permitan, que una vez aprobado el plan, no sea fácil o práctico derogarlo. Esto salvaría el plan de los vaivenes políticos.
Debemos romper el paradigma político partidista de la planificación a corto plazo. Debemos comenzar a ver más allá del horizonte.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
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